La Ventana y la magia

« La vida no trata de encontrarse a uno mismo, trata de crearse a uno mismo» .

G.Brernard Shaw (y yo añadiría «con los instrumentos que te ofrece«).

Yo quise ser periodista o cronista de viajes, quería viajar y escribir, mis dos pasiones. No pudo ser, para ir a la Universidad tenía que conformarme con filología y me conformé… pero tampoco las circunstancias permitieron que acabara la carrera y tuve que ponerme muy pronto a trabajar. Al año siguiente con 21 años, un préstamo al 21% de interés y el aval de alguien que me tenía fe, abrí un negocio de corsetería que me permitió trabajar, viajar y ganarme la vida bien durante casi 30 años, sobreviviendo con holgura a los vaivenes del mercado hasta que la CRISIS, con mayúscula, y una competencia desleal y desalmada que se cargó todos los negocios de mi ramo en mi ciudad, me obligó a cambiar mi rumbo.

Pero no era la primera, ni la última vez que tenía que cambiar de dirección.

Internet era, en el siglo pasado un privilegio para unos pocos entre los que me encontraba, y gracias a ello conocí a nuevas personas muy importantes en mi vida y tuve nuevas oportunidades, me apasionaban las nuevas tecnologías y las redes sociales, y viviendo en Almería, lejos de todo y mal comunicada, con un trabajo tan absorbente como el mío, era la única forma de ampliar conocimientos y encontrar nuevas oportunidades. Una de esas oportunidades tras cerrar mi negocio fue un curso que ofrecía el Parque Tecnológico de Innovación de Almería (Pita) en el que enseñaban a crear una web profesional. Yo ya tenía varios blogs de diferentes temáticas y uno de ellos sobre adopción, Al otro la do del hilo rojo, con el que interactuaba con muchas otras madres adoptivas como yo, a través del que me pedían información sobre artículos o libros que les ayudarán con sus hijos. La adopción es el mundo y el tema más apasionante que me haya atrapado nunca. Antes incluso de ser madre adoptiva leía e indagaba y andaba por cuantos foros y grupos de madres adoptantes y adoptivas había. Por eso decidí, cuando el profesor de aquel curso, hoy amigo mío, nos dijo, “procurad que sea un tema que os apasione porque para que esto funcione vais a tener que dedicarle muchas, muchas horas al día” . Y no se equivocaba. En lo que sí se equivocó fue en creer que el tema que escogí para mi web tenía un nicho muy limitado.

Más de seis años y casi 800 artículos sobre adopción después, y casi dos millones de páginas vistas, adopcionpuntodeencuentro.com es una página de referencia para familias y profesionales interesados en el mundo de la adopción y es mi gran logro. Me ha aportado conocimientos, aprendizaje, experiencias, me ha permitido viajar, asistir como invitada a congresos y jornadas incluso participar en su organización, impartir charlas, hacer presentaciones de libros propios y de otros profesionales y me ha acercado a personas que han agrandado mi vida a lo alto y a lo ancho. Familias adoptivas, madres, padres e hijos y grandes profesionales entre los que he encontrado personas con las que me encuentro muy cerca y muy a gusto, pese a vivir tan lejos.

Una de esas personas es Marga Muñiz, a la que conocí a través de sus artículos y libros que iba recopilando, atesorando y compartiendo, y con la que he acabado teniendo colaboraciones muy valiosas ya que en Adopción Punto de Encuentro dirige una sección titulada “Vivir con TEAF”, un trastorno en el que es una experta de primer orden.

Una mujer que admiro, creo que es una de las personas más inteligentes que he conocido y que tras años de conversaciones y colaboraciones hemos forjado una amistad con la que me siento muy dichosa.

En nuestras muchas y largas conversaciones, en nuestras colaboraciones, siempre hemos puesto énfasis en la importancia de lo virtual, de trabajar online, de acercarse a las necesidades de las familias adoptivas, de buscar medios para ayudarles, por lejos o apartadas que vivieran, para procurarles la información y formación que demandaban. Ella ha sido otra de esas profesionales de este país con cuya colaboración he tenido la suerte de contar incondicionalmente, que me han ayudado muchísimo, escribiendo artículos con información que las familias demandaban, y también me ha apoyado mucho en mis propios proyectos y publicaciones. Siempre ha estado cerca pese a vivir lejos.

Pero esa es la magia de la red,. Hace más de un año me hablaba de su proyecto, hoy hecho realidad, La Ventana, y de su colaboración con Rafa Llor, un hombre con una capacidad de trabajo y entrega increíble, con el que he coincidido en congresos y en proyectos sobre adopción y al que también sigo y admiro por su gran labor y los logros que está haciendo con Albores de Murcia, él también ha sido colaborador en adopcionpuntodeencuentro.com y ”culpable” de una sección titulada “18 ¿Y Ahora qué?” .

 Con semejante equipo no tuve duda de que ese proyecto que era un sueño o una meta, iba a hacerse realidad. Oír a Marga hablar de ello cuando empezaba, cuando me contaba cómo había contactado y conectado con Rafa, lo que estaban creando y cómo iba creciendo y madurando ese proyecto, era impregnarte de la ilusión de la construcción de algo hermoso, grande y necesario.

Y llegó la pandemia y con el confinamiento esa “ventana” a la que poco a poco se iban acercando más familias gracias al boca a boca, tomó verdadera forma virtual, pero faltaba materializar ese espacio virtual en una plataforma con punto com. Y Marga me llamó para que formara parte y le diera forma a ese tramo del proyecto.

Muchas horas de reuniones zoom han confirmado el buen equipo que hacemos y han conformado la que hoy es la web de La Ventana. El sitio físico en internet de esta plataforma. Un objetivo virtual cuyo elemento catalizador es Marga. Creado desde un sueño suyo y para un sueño. Basado en un ideario común y compartido con Rafa y conmigo que es ayudar a las familias adoptivas y acogedoras de una manera integral, ayudándoles en todos sus frentes, estando a su lado, de formas que muchas personas no podían imaginar, ayudando y prestando servicios y soluciones para sus dificultades particulares de manera tan personal y a medida de sus necesidades que parece cosa de magia. Y es en que en La Ventana contamos con ese plus, el de la magia que se produce cuando formas parte de un sueño y este se hace realidad.